La familia batlle entra en escena
Todo hecho tiene un tiempo y un lugar
Los orígenes de la familia Batlle eran eminentemente agrícolas
La expansión de la compañía
La familia batlle entra en escena

Primera mitad del siglo XX: nos encontramos en tiempos de grandes fusiones y sonadas absorciones; fabricantes y comerciantes andan angustiados ante una consigna determinista, irrefutable, que dice así: aliarse o morir; no se puede sobrevivir en solitario; ser competitivo significa ser lo suficientemente grande para tener el poder de control del mercado.
Unidos por intereses comunes, se producen pactos poco ortodoxos a los ojos del consumidor de a pie, que observa atónito el apretón de manos de acérrimos competidores. ¡Qué distinto modo de proceder el que se estilaba medio siglo atrás!
la misma trayectoria, una filosofía en armonía, perfiles personales y talantes hechos de la misma madera, con los mismos valores y nobleza de espíritu. Ello asegura que la buena tierra continúe; las personas: ellas son la materia prima, y en ellas, con el trabajo de sus manos, sus mentes y sus corazones, germinarán los frutos que han de ser la ofrenda de una comunidad empresarial a la sociedad.

Todo hecho tiene un tiempo y un lugar

En nuestro relato el hecho es un encuentro que marcará el curso de la historia de nuestros entrañables personajes. En Lleida, en la primera mitad del siglo XX, dos familias unidas por un oficio común entran en contacto: los y los Batlle.
Joan Febrés y su hijo Joan Tamburini, en su anhelo de seguir creciendo, comenzaron a extender su producción de semillas a otras áreas, especialmente en la provincia de Lleida, y así fue como iniciaron relaciones profesionales con los hermanos Ramón y Francisco Batlle Vernis, naturales de la leridana localidad de Bell-Lloc de Urgell, con quienes contrataron gran parte de sus producciones.

Los orígenes de la familia Batlle eran eminentemente agrícolas

Ya Miguel Batlle Civit, padre de Ramón y Francisco, a principios del siglo XX, exportaba semillas de alfalfa a varios países de Europa.

En 1947, los hermanos Batlle llegan a un acuerdo con la familia para adquirir la empresa. A partir de ese momento, todos los campos de mejora y producción, y almacenes centrales se situarán en Lleida, y las oficinas y la tienda, en Barcelona.
Sin salir de su tierra natal, Ramón quedó a cargo del control de la producción y selección de semillas, y Francisco se trasladó a Barcelona dirigiendo el control de ventas y la tienda Hijos de .
Los nuevos tiempos trajeron nuevas ilusiones y todo el personal de Hijos de , incluido el apoderado de la empresa, un personaje digno de mención, Francisco Poch Xena, y la secretaria de atención al cliente, Adela Feliu, verdadero baluarte de su área de trabajo, rebosaba entusiasmo, síntoma inequívoco de la buena sintonía entre los empleados y la recién llegada directiva.
Poco tiempo después de iniciarse el nuevo negocio, se instaló un almacén de expediciones junto a El Borne, Mercado de Frutas de Barcelona, de este modo se mejoró todo el proceso de expediciones a la península.

En 1948 se obtuvo la autorización por parte del Ministerio de Agricultura para la producción de semillas hortícolas
y forrajeras, con el título de productor autorizado Nº 2. Durante años, la sigla productora “Nº 2”, aparecía en todos los envases de semillas comercializados por Semillas Batlle.

Desde 1947 hasta 1967, se utilizó el nombre comercial de Semillas , S.A., siendo la empresa productora Semillas Batlle. A partir del año 1968, la empresa quedó como sociedad inoperante pasando la actividad mercantil a Semillas Batlle.
Ramón Batlle, artífice de una etapa alcista para la compañía, falleció en febrero de 1963, y fue en estas fechas cuando Francisco Batlle Vernis, presidente de la sociedad, tomó la decisión de incorporar a la dirección de la empresa, a sus sobrinos Miguel y Juan Batlle Castillo, hijos de su hermano Ramón. Pasados unos años, se incorporó al equipo directivo Agustín Orero Buendía, hombre con una dilatada experiencia profesional, que venía a culminar un proceso de renovación y rejuvenecimiento de un equipo que incrementaría espectacularmente las actividades de la sociedad en temas de gran cultivo.

A partir de los años 70, la empresa comenzó a crecer, con la apertura de nuevas oficinas en Madrid, la construcción de la planta de producción en Talavera La Nueva (Toledo) y el establecimiento de delegaciones en las regiones agrícolas más importantes: Albacete, Cantabria, Córdoba, Extremadura, Lugo, Sevilla, Vizcaya, Valladolid y Zaragoza.

Los 80 fueron años de gran trascendencia en la historia de esta compañía que, con la incorporación a la dirección de la empresa, a principios de década, de Francisco y Ramón Batlle Valldeperes, ésta entra en una imparable dinámica de crecimiento. Desde Bell-Lloc, Francisco se ocupa de todas las cuestiones técnicas, investigación y producción. Desde Barcelona, Ramón lleva la gestión financiera y comercial. Ambos, junto a Agustín Orero (Presidente del Consejo), dirigen y administran el grupo de empresas.

En los últimos diez años se ha construido una nueva planta de selección de semillas en Carmona (Sevilla), con una capacidad para más de 20.000 Tm. de producción; una fábrica deshidratadora de alfalfa y forrajes; y se han incrementado considerablemente las inversiones y actividades en los sectores de horticultura, grandes cultivos, pratenses y artículos de jardinería (céspedes, bulbos, rosales, etc.).

La expansión de la compañía

La empresa se ha extendido a todos los ámbitos; además de en la producción y en la mejora varietal, se ha puesto en marcha una de las instalaciones más modernas de envases de paquetes y cajas al vacío.
Otro de los apartados en los que el Grupo ha realizado una importante inversión ha sido la comunicación y el marketing, llevando a cabo un proceso de modernización y diversificación de los envases de los diversos productos, así como acciones continuadas de apoyo al punto de venta.
Asimismo, se han incrementado considerablemente las exportaciones de semillas a un gran número de países, y se han cerrado varios contratos de transferencia de tecnología con Italia, Grecia y Marruecos.

En resumen, se ha consolidado plenamente la sociedad con la formación del Grupo Batlle, que hoy es una realidad con proyección hacia un gran futuro en el recién estrenado siglo XXI.

Cronología

1802

Joan Nonell i Vinyes, al que llamaron “Bonminyó”, comienza a comercializar semillas y plantas: Nace Semillas Nonell.

1808

Estalla la Guerra de la Independencia. Jaume Nonell vive su infancia como telón de fondo.

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