Ya Miguel Batlle Civit, padre de Ramón y Francisco, a principios del siglo XX, exportaba semillas de alfalfa a varios países de Europa.
En 1947, los hermanos Batlle llegan a un acuerdo con la familia para adquirir la empresa. A partir de ese momento, todos los campos de mejora y producción, y almacenes centrales se situarán en Lleida, y las oficinas y la tienda, en Barcelona.
Sin salir de su tierra natal, Ramón quedó a cargo del control de la producción y selección de semillas, y Francisco se trasladó a Barcelona dirigiendo el control de ventas y la tienda Hijos de .
Los nuevos tiempos trajeron nuevas ilusiones y todo el personal de Hijos de , incluido el apoderado de la empresa, un personaje digno de mención, Francisco Poch Xena, y la secretaria de atención al cliente, Adela Feliu, verdadero baluarte de su área de trabajo, rebosaba entusiasmo, síntoma inequívoco de la buena sintonía entre los empleados y la recién llegada directiva.
Poco tiempo después de iniciarse el nuevo negocio, se instaló un almacén de expediciones junto a El Borne, Mercado de Frutas de Barcelona, de este modo se mejoró todo el proceso de expediciones a la península.
En 1948 se obtuvo la autorización por parte del Ministerio de Agricultura para la producción de semillas hortícolas
y forrajeras, con el título de productor autorizado Nº 2. Durante años, la sigla productora “Nº 2”, aparecía en todos los envases de semillas comercializados por Semillas Batlle.
Desde 1947 hasta 1967, se utilizó el nombre comercial de Semillas , S.A., siendo la empresa productora Semillas Batlle. A partir del año 1968, la empresa quedó como sociedad inoperante pasando la actividad mercantil a Semillas Batlle.
Ramón Batlle, artífice de una etapa alcista para la compañía, falleció en febrero de 1963, y fue en estas fechas cuando Francisco Batlle Vernis, presidente de la sociedad, tomó la decisión de incorporar a la dirección de la empresa, a sus sobrinos Miguel y Juan Batlle Castillo, hijos de su hermano Ramón. Pasados unos años, se incorporó al equipo directivo Agustín Orero Buendía, hombre con una dilatada experiencia profesional, que venía a culminar un proceso de renovación y rejuvenecimiento de un equipo que incrementaría espectacularmente las actividades de la sociedad en temas de gran cultivo.
A partir de los años 70, la empresa comenzó a crecer, con la apertura de nuevas oficinas en Madrid, la construcción de la planta de producción en Talavera La Nueva (Toledo) y el establecimiento de delegaciones en las regiones agrícolas más importantes: Albacete, Cantabria, Córdoba, Extremadura, Lugo, Sevilla, Vizcaya, Valladolid y Zaragoza.
Los 80 fueron años de gran trascendencia en la historia de esta compañía que, con la incorporación a la dirección de la empresa, a principios de década, de Francisco y Ramón Batlle Valldeperes, ésta entra en una imparable dinámica de crecimiento. Desde Bell-Lloc, Francisco se ocupa de todas las cuestiones técnicas, investigación y producción. Desde Barcelona, Ramón lleva la gestión financiera y comercial. Ambos, junto a Agustín Orero (Presidente del Consejo), dirigen y administran el grupo de empresas.
En los últimos diez años se ha construido una nueva planta de selección de semillas en Carmona (Sevilla), con una capacidad para más de 20.000 Tm. de producción; una fábrica deshidratadora de alfalfa y forrajes; y se han incrementado considerablemente las inversiones y actividades en los sectores de horticultura, grandes cultivos, pratenses y artículos de jardinería (céspedes, bulbos, rosales, etc.).